NUTRICIONISTA EN MALAGA: COLESTEROL
En EEUU se está revisando el borrador de la Guía Alimentaria para la población y hay una modificación llamativa que supone un cambio en las recomendaciones dietéticas. Soy nutricionista en Málaga y muchos de mis pacientes sufren dislipemias, padecen de cifras de colesterol y/o triglicéridos elevados en sangre, de modo que esta información les interesa al afectarles directamente.
Llevamos años situando una cantidad diaria de colesterol de origen dietético, ingerida a diario, no superior a la cifra límite de 300 miligramos. En 2015 se ha revisado dicha Guía Alimentaria para estadounidenses de modo que un equipo de expertos en nutrición, medicina y salud pública han dejado de marcar un límite máximo de consumo de colesterol en base a la evidencia científica que para ellos es válida (hay también científicos detractores en este tema) pues no se ha encontrado una relación directa entre el consumo del colesterol dietético y el aumento de las cifras de colesterol en sangre.
Se sabe, desde hace años, que los niveles de colesterol están relacionados con la genética, el consumo de determinadas grasas saturadas, ácidos grasos trans, el sedentarismo, la obesidad… Antes, los expertos restringían el consumo de alimentos ricos en colesterol de origen alimentario, al pensar que esto repercutía negativa y directamente en las cifras de colesterol plamático y, por tanto, de manera inmediata, sobre la salud de las arterias, favoreciendo la aparición de la enfermedad arteriesclerótica.
De este modo, se restringían alimentos como el huevo, en cuya yema, efectivamente hay una cifra de colesterol destacable, de hecho este alimento ha pasado una «época mala» en la que el consumo por parte de la población, alarmada, ha sido realmente muy bajo, olvidando muchos aspectos nutricionales positivos presente en este alimento mucho tiempo demonizado sin motivo.
Los más recientes estudios, junto con otros muchos anteriores, investigan en este campo para desvelar evidencias científicas sobre la inocencia del colesterol presente en los alimentos (colesterol dietético) con el padecimiento de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, pues parece que no elevan las cifras en sangre y no contribuyen de este modo a la formación de placas de ateromas en las arterias. En otras palabras, el hecho de consumir un alimento rico en colesterol, ya sea huevo, mantequilla o calamar, no tienen la culpa de las cifras elevadas en el análisis de sangre que me han hecho. No es algo así de sencillo.
En lo que respecta a los huevos, bien cierto es, tienen niveles altos de colesterol en la yema y también otros muchos nutrientes de los que no nos podemos olvidar, pues todos, por supuesto también el colesterol, cumplen múltiples funciones imprescindibles en nuestro organismo.
Recomendaciones para la salud
El tratamiento de la hipercolesterolemia requiere acudir al médico especialista y al nutricionista, dietista-nutriconista, éste es el especialista capacitado y formado para cuidar nuestra alimentación una vez estudie nuestro caso particular.
El médico estudiará al paciente en su consulta y si necesita un tratamiento o una prescripción farmacológica será el encargado. Igualmente yo, como nutricionista en Málaga, visitaré en consulta a los pacientes que precisen un cuidado en su alimentación mediante prescripción de dietoterapia, de modo que se cumplan varios objetivos, uno de ellos: que, mediante la alimentación y dieta, las cifras de colesterol en sangre se mantengan en niveles seguros para su salud arterial y coronaria.
Hemos de cuidar el estilo de vida mediante una alimentación sana, por supuesto, y esto incluye disminuir la ingesta de alcohol (llevarla a 0 alcohol con frecuencia, como profesional sanitaria no busquéis en mí la recomendación de una “copa de vino para bajar el colesterol malo” y muchísimo menos en una embarazada), eliminar el tabaco, evitar el sobrepeso y la obesidad, realizar ejercicio físico…
Estas son algunas estrategias necesarias para combatir esta patología, que en algunos casos, como decía antes, requiere el uso de fármacos y dieta, y otras se puede controlar solo con una alimentación bien guiada por tu nutricionista y con el mantenimiento de peso adecuado.
En el plano dietético, algunas de las recomendaciones son: consumir frutas frescas enteras, verduras y hortalizas; cereales integrales (pan, pasta, arroz, tortitas… todo integral); legumbres; pescado azul (atún, sardina, boquerón, salmón…); frutos secos (nueces, almendras por ejemplo) y aceite de oliva virgen extra. Pero hay otros alimentos a eliminar como los embutidos, bollería, salsas…
No es un tema banal, ni sencillo. Hay que hacer siempre un estudio personalizado de cada paciente para adaptarnos específicamente a su situación, de otro modo sus niveles de colesterol plasmático (a veces también de triglicéridos) no mejorarán y sus arterias, su corazón, estarán en serio peligro, entre otros órganos vitales.
Recuerda somos profesionales sanitarios, si lo necesitas, te podemos ayudar en la consulta. Pídenos cita.