INTOLERANCIA A LA FRUCTOSA
La intolerancia a la fructosa es en realidad una malabsorción de fructosa y hay que diferenciarla claramente de la intolerancia hereditaria a la fructosa o fructosemia. En la intolerancia a la fructosa hay una dificultad para absorber la fructosa a nivel intestinal de modo que dicho azúcar no pasa a la sangre, continúa su camino hacia el intestino grueso y allí los microorganismos de la flora intestinal actúan sobre ella produciendo unas manifestaciones clínicas que son las que suelen llevar a los pacientes a la consulta de médico digestivo: gases, diarrea, flatulencia, distensión intestinal, sensación de hinchazón, pérdida de peso, dolores abdominales…
La intolerancia hereditaria a la fructosa o fructosemia es una enfermedad genética que se suele diagnosticar en niños y que es tratada por pediatras.
¿Qué es la fructosa?
La fructosa es un hidrato de carbono sencillo, un monosacarido, presente de forma natural en frutas, vegetales y miel. Así mismo, unido a la glucosa, forma parte de la sacarosa o azúcar de mesa. La fructosa es muy usada por la industria alimentaria para endulzar refrescos, bebidas, alimentos para diabéticos e incluso están en jarabes.
Diagnóstico de la intolerancia a la fructosa o malabsorción
El diagnóstico de la malabsorción a la fructosa lo suele realizar el médico especialista en Digestivo, a veces también lo hacen los especialistas en Endocrinología y Nutrición, ayudándose de una técnica sencilla, no invasiva y de bajo coste llamada Test de Hidrógeno Espirado. Mediante esta técnica se mide la producción de hidrógeno generado por el metabolismo de las bacterias intestinales tras la degradación de los hidratos de carbono. Si frente a una carga determinada de fructosa oral, se obtienen resultados en el test superiores a 20 ppm, es indicador de malabsorción a la fructosa.
Intolerancia a la fructosa, tratamiento.
En el tratamiento de la intolerancia hereditaria a la fructosa, los pacientes van a tener que llevar, a lo largo de su vida, una dieta estricta sin fructosa, y también tendrán que evitar otros compuestos como el sorbitol, que se metaboliza a fructosa en el hígado.
En la intolerancia a la fructosa o malabsorción a la fructosa al principio la dieta es estricta y precisa un restricción de fructosa para mejorar la salud gastrointestinal y que los pacientes mejoren sus dolores intestinales, las flatulencias, cólicos, diarreas… Pero luego el paciente aprende a gestionar su nivel de tolerancia a la fructosa y podrá comer alimentos en los que la fructosa está claramente presente como son las frutas y las verduras.
La intolerancia a la fructosa es un ejemplo claro del papel que el dietista-nutricionista juega a favor de la salud de los pacientes. Un listado de alimentos permitidos y prohibidos no hace más que general confusiones y dudas en un paciente profano en temas nutricionales y dietéticos. A estos pacientes hay que educarlos nutricionalmente en su intolerancia para que puedan aprender a ser autónomos en la gestión de su propia alimentación cotidiana evitando carencias nutricionales.
Intolerancia a la fructosa y Educación Alimentaria
El paciente con intolerancia a la fructosa tiene que aprender en qué alimentos hay fructosa y cómo afectan a la salud de su aparato digestivo.
Los dietistas-nutricionistas en la consulta enseñamos a resolver problemas dietéticos y de salud en los afectados de intolerancia o malabsorción a la fructosa. Para ello diseñamos estrategias personalizadas de Educación Alimentaria y Nutricional, de modo que los pacientes aprenden a gestionar su propia alimentación. No todos los pacientes son iguales, no todos tienen el mismo nivel de tolerancia a la fructosa en su intestino.
Ofrecemos el ampliar los conocimientos de alimentación y nutrición en los pacientes para que controlen ellos mismos el consumo y utilización de los alimentos en su menú diario. Fomentamos la salud, aclaramos falsos errores y mitos que les lleven a carencias nutricionales y a exclusiones alimentarias carentes de sentido en sus casos concretos.
Si llega el caso en el que eres diagnosticado como intolerante a la fructosa, no lo dudes, pide consulta con tu dietista-nutricionista, es el especialista en guiarte hasta que aprendas a ser autónomo en la gestión de tu dieta.